¿De qué va esta relación?

La técnica de la Comparación de Cartas

La astrología psicológica no solamente proporciona una amplia y valiosa información sobre nosotros mismos.

También nos ofrece la posibibilidad de analizar el grado de compatibilidad entre dos personas mediante el estudio comparativo de sus cartas natales.

Este tipo de técnica sirve para estudiar cualquier tipo de relación existente entre personas, aunque la consulta «estrella» de este tipo de análisis se refiere al estudio de compatibilidad entre los miembros de una pareja.

¿Qué elementos se tienen que analizar para ver si existe o no compatibilidad en una pareja?

En primer lugar, tenemos que estudiar las cartas de las dos personas por separado para hacernos una idea de la manera de ser de cada cual, en especial en lo referente a relaciones, emociones y sexualidad.

Lo primero que hay observar ver es el porcentaje de elementos (Fuego, Tierra, Aire y Agua), de cada carta, puesto que los elementos son las energías básicas de cada individuo y conforman una determinada manera de ser y de estar.

Los elementos compatibles entre sí son: cada elemento con su propio elemento (Agua-Agua; Tierra-Tierra, etc) y Agua con Tierra, o Aire con Fuego.

Las demás combinaciones, es decir, juntar Agua con Fuego o Aire con Tierra, no funcionan bien porque son energías incompatibles entre sí.

Si un miembro de la pareja es principalmente Fuego y el otro Agua, por ejemplo, no será buena señal porque son dos elementos poco compatibles.

En cambio, si, por ejemplo, uno tiene mayoría de Aire y el otro de Fuego, a priori ya existe más probabilidad de que se entiendan y de que se complementen bien.

El Sol y la Luna:

Esta regla básica de la compatibilidad de elementos es especialmente importante si lo aplicamos al Sol y la Luna de cada miembro de la pareja, puesto que son los pilares de nuestra personalidad.

En cualquier caso, para que una pareja esté a gusto y se lleve bien, es mucho más importante que tenga una Luna compatible. La compatibilidad del Sol no es tan importante cuando hablamos de parejas.

La razón es que la Luna guarda relación con lo más íntimo, con lo que necesitamos para sentirnos bien y con aquello que nos nutre a nivel emocional. Y si las lunas son incompatibles, hay más probabilidad de falta de conexión en la pareja.

Por ejemplo: una Luna en Piscis tendrá hobbies tranquilos e intimistas y será más bien hogareña. Si se empareja con una Luna en Sagitario, (fiestera, viajera y aventurera), lo más probable es que el que tenga la Luna en Piscis se estrese y el de la Luna en Sagitario se aburra.

Venus y Marte:

También es importante observar en qué signo se sitúan Venus y Marte.

Venus nos indica nuestra manera de amar y Marte nos da pistas sobre la forma en la que expresamos nuestra sexualidad.

Venus en Cáncer será romántico y cariñoso. Si se topa con un Venus en Capricornio, le parecerá poco cariñoso y demostrativo.

Otro análisis interesante es el de ver, en la carta de un hombre, dónde tiene la Luna y dónde tiene a Venus.

La razón es que Luna nos indica qué tipo de mujer necesita para sentirse bien, y Venus nos indica qué tipo de mujer le atrae, y es probable que no coincidan. Igual le atrae una mujer aventurera y decidida (Venus en Aries), pero le hace sentir mejor a largo plazo una mujer seria y responsable (Luna en Capricornio).

En la carta de una mujer, pasaría lo mismo con la Luna (lo que necesito para sentirme bien emocionalmente) y con Marte (lo que me atrae en un hombre).

Como veis, y como siempre sucede en astrología, hay que analizar muchos factores al mismo tiempo antes de llegar a alguna conclusión.

Casa V y Casa VII:

Importante también, es fijarnos en cómo están configuradas las casas de los afectos, que son la V y la VII.

Esto nos dará información sobre cómo vive y enfoca la persona las relaciones sentimentales; si en esa persona prima más o menos el deseo de libertad (Urano), si tiene tendencia a ver las relaciones como algo serio y estable (Saturno), o si es más de relaciones intensas y apasionadas (Plutón).

La Casa VII también brinda información sobre qué tipo de personas nos atraen en general como posibles parejas. Si tenemos a Piscis en la VII, por ejemplo, preferiremos personas sensibles y poco dominantes, y si en cambio tenemos a Leo, a personas dotadas de una fuerte personalidad y que no pasan desapercibidas.

Sinastría y Carta Compuesta:

Una vez analizadas las dos cartas por separado, entonces ya podemos confeccionar los dos tipos de cartas que nos permiten analizar los detalles de la relación: la Carta en Sinastría y la Carta Compuesta.

La Carta en Sinastría consiste en comparar una Carta con la otra (poner una encima de la otra, para que se entienda) y ver qué aspectos se dan entre las dos.

Si estudiamos la compatibilidad de una pareja, lo más importante es analizar qué aspectos existen entre el Sol y la Luna (personalidad básica) y entre Venus y Marte (afecto y compatibilidad sexual).

Para que la pareja se lleve bien, han de existir al menos dos aspectos armónicos entre estos cuatro planetas.

Cuando más aspectos armónicos se den, mejor, aunque las sinastrías perfectas (igual que las parejas perfectas), no existen.

La Carta Compuesta, por otro lado, es otro tipo de Carta que nos permite ver “de qué va” la relación.

Si la relación será más sexual, más emocional, más intelectual, más de amigos, más tranquila, más estimulante, si tiene más vocación de estabilidad o de relación relámpago, etc.

La Carta Compuesta se obtiene calculando los puntos medios para cada uno de los planetas. Por ejemplo, si uno tiene el Sol en Casa 8 y el otro el Sol en Casa 10, el Sol de la Carta Compuesta de esa pareja estará en la Casa 9, y esto nos indicará que el próposito de la relación tendrá mucho que ver con los temas de la Casa 9: aprendizaje, viajes, apertura mental, etc.

La Carta en Sinastría y la Carta Compuesta se complementan entre sí para ayudarnos a entender la naturaleza de la relación y ver cuáles pueden ser las áreas de entendimiento y de conflicto.

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